Se observan tanto tranvías eléctricos como a caballo, y elegantes carruajes que transportaban a las familias hacia el cementerio y las quintas de la zona.
Desde hace 30 años, Metrovías se enorgullece de acompañarte todos los días a lo largo de las 23 estaciones de la Línea Urquiza.
En enero de 1994, luego de más de un siglo de cambios, asumimos el desafío de acompañarte cada día en tu viaje desde General Lemos hasta Federico Lacroze. Somos parte de tu historia y trabajamos diariamente para seguir brindando un servicio de calidad, confiable y eficiente.
Miramos al futuro con el mismo compromiso y dedicación que nos permitió acompañarte este tiempo.
El tren cambió la forma en que nos pensamos en el mundo. Desde hace más de 130 años, hombres y mujeres se acercan a las boleterías de esta estación en Chacarita, para comprar sus pasajes. Pero, ¿cómo eran esos boletos? ¿Cuánto costaban? ¿Qué significaban los colores? ¿De qué hablaban mientras esperaban al tren?
La estación Federico Lacroze fue durante mucho tiempo el punto en que la ciudad y el campo se conectaban. Hace 110 años, se inauguró el ramal Campo de Mayo del llamado Tranvía Rural, antecedente directo de tus viajes cotidianos.
Queremos que conozcas un poco más de esta historia, te invitamos a disfrutar de esta muestra donde encontrarás las fotografías del pasado y presente de la Línea Urquiza agrupadas de acuerdo a diferentes conceptos como las estaciones, el personal ferroviario, los usuarios en el servicio, los cambios arquitectónicos entre otros.
La nueva estación se construyó pensando en instalaciones modernas y orientadas al usuario frecuente de las líneas suburbanas, lo que la convierte en una estación única en la Ciudad de Buenos Aires.
Esta locomotora, apodada «Yatay», es del año 1888 y actualmente está en exhibición en el Ferroclub Argentino, CDP Lynch. Hasta finales de los años ’70 se siguió utilizando para trenes de carga hacia la región de la Mesopotamia.
El 30 de agosto de 1857 marca un hito en la historia del transporte y la comunicación en Buenos Aires. La Compañía del Ferrocarril del Oeste, inició lo que sería considerada como la primera gran empresa argentina, con el objetivo de unir los mercados porteños con el campo, proyectando pueblos y colonias hacia el este de la frontera provincial. Treinta años después, en 1887, los hermanos Federico y Julio Lacroze repitieron la iniciativa. Gracias a la experiencia previa en el transporte tranviario, la nueva empresa desarrolló un proyecto ambicioso, pero con metas concretas.
El objetivo era unir la pujante Ciudad de Buenos Aires (recientemente convertida en capital de la República) con los pueblos de la provincia, tanto para el transporte de pasajeros como de carga. Primero a caballo, luego a vapor, y, en los primeros años del siglo XX, gracias a la energía eléctrica, los coches tranviarios dejaron lugar a un ferrocarril ampliamente extendido, que conectaba el puerto con el oeste y el norte del país. Se creó así un ferrocarril completamente argentino, el Ferrocarril Central de Buenos Aires.
En 1949 la empresa se unió al estatal Ferrocarril Nacional Gral. Urquiza, que conectaba la capital argentina con la zona de la Mesopotamia. En ese mismo año se demolió la antigua estación terminal y se comenzó a construir la actual, exponente del racionalismo arquitectónico, diseñada por Santiago y Carlos Mayud-Maisonneuve.
El mural en la fachada hacia la calle Lacroze, del artista Luis Perlotti, es un homenaje al ferrocarril como medio de comunicación con las provincias argentinas. En ese entonces se podía viajar hasta las Cataratas de Iguazú en tren, saliendo desde Chacarita.
Ana Bonelli Zapata y Cecilia Gallardo
Archivo General de la Nación
Museo Nacional Ferroviario
Ferroclub Argentino, CDP Villa Lynch
Agrupación Boletos tipo Edmonson (ABTE)